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dc.contributor.advisorFernández, Carmen (dir)-
dc.contributor.authorViteri Vidal, Camila María-
dc.date.accessioned2016-08-18T16:19:53Z-
dc.date.available2016-08-18T16:19:53Z-
dc.date.issued2016-05-
dc.identifier.citationTesis (Licenciada en Artes Liberales con mención en Arqueología e Historia del Arte), Universidad San Francisco de Quito, Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades; Quito, Ecuador, 2016es_ES
dc.identifier.urihttp://repositorio.usfq.edu.ec/handle/23000/5193-
dc.descriptionThe establishment of the Ecuadorian State, which took place in 1830, signified a political and cultural need to articulate the identity and memory of this new nation. This meant that a new collective imaginary had to be built, to sustain the scope of change the emancipation process brought forward. Such necessity was notably seen in the State’s capital, where it was built with the transcendent objective of displacing little by little the cluster of beliefs and values that nurtured colonial life. Thus, it marked a break that drove towards the creation of a new –republican- spirit. It is in the interest of this paper to investigate the ritual quality associated with this process of transition, understanding by it that a series of liturgical resources remained active in the public sphere, as a way to facilitate the construction of a collective memory. Specifically, it is quite suggestive to take into account the use of the image or commemorative effigy as the central axis of the ritual. The liturgical nature was palpable around the image in the form of the address/preach and parade/procession. From such characteristics, we could develop the hypothesis that religious recourses played a fundamental part in the assimilation of civic principles for the first generations that occupied the newly autonomous national territory. During the last two decades of the nineteenth century, commemorative sculpture positioned itself without question as a vital pedagogical tool for those segments of the population that were illiterate. The use of visual resources as a fast and meaningful way of communicating complex ideas had already been used with much success in religious contexts since colonial times. Thus, both senders and receivers of the new message quite smoothly accomplished the transition from one type of content to another, through the preservation of its form. It maintained some of its structure while recombining in multiple possible manners that responded to the expectations and needs of the historical period. Furthermore, such morally charged commemorative effigies were introduced to the public spaces that the new State was slowly claiming. This allowed the public to navigate communal spaces in new ways, being always attentive to the sites of memory, which brought to the collective discussion the type of identity traits that they should possess as a society. This opportunity, as well as a series of festivities that were deeply related to the public appropriation of communal spaces, included the regular citizen quite actively in the process of memory construction, something that they had not experimented up to that moment. The Monument to Sucre is a remarkable example of this process, where despite the fact that the social elite was the one that carefully selected the symbolic traits that were to be promoted about this character, the community as a whole participated in a massive festivity that generated an active relationship between this object of veneration and the appropriation of the public space.es_ES
dc.description.abstractLa fundación del Estado ecuatoriano, en 1830, representó la necesidad política y cultural de articular la identidad y memoria del nuevo Estado-nación, construyendo un nuevo imaginario colectivo que se encontrara en correspondencia con la relevancia del proceso de emancipación. Tal necesidad –principalmente observable en la esfera capitalina– se construía con el objetivo trascendental de desplazar paulatinamente el conjunto de creencias y valores que nutrían la vida colonial, para marcar así un quiebre que condujera hacia el desarrollo de un espíritu acorde al nuevo contexto republicano. Resulta de particular interés para este trabajo indagar acerca de la cualidad ritual ligada a este proceso de transición, entendiendo por ella el hecho de que una serie de recursos litúrgicos permanecieron activos en la esfera pública como habilitadores de la construcción de una memoria colectiva. Específicamente, nos resulta sugestivo considerar la utilización de una imagen o efigie conmemorativa como eje central del ritual, alrededor de la cual giran prácticas asociadas a la liturgia, como los discursos/sermones y recorridos/procesiones. A partir de ello podríamos formular la hipótesis de que los recursos religiosos funcionaron como una pieza clave en la asimilación de las metas de comportamiento cívico para las primeras generaciones que vivieron en nuestro recién formulado territorio nacional. En el contexto de las últimas dos décadas del siglo XIX, la escultura conmemorativa sin duda se configuró como un método pedagógico en un medio en el cual la alfabetización no había llegado a las mayorías. Este uso del recurso visual para comunicar ideas complejas con pregnancia y rapidez ya había sido utilizado exitosamente en contextos religiosos desde la época colonial, por lo cual el tránsito de un contenido a otro, entendiéndose como el sujeto de admiración o devoción para los fieles/ciudadanos, resultó bastante fácil de circular tanto para los creadores como para los consumidores de contenido, recombinándose en una multiplicidad de matices en virtud de las expectativas y necesidades del momento histórico. Adicionalmente, la introducción de tales imágenes conmemorativas imbuidas de un discurso moral en espacios públicos que el Estado estaba captando paulatinamente, permitió al público navegar el espacio de nuevas maneras, siempre atentos de los sitios de la memoria que traían al pensamiento y la discusión colectivos cuáles eran los nuevos rasgos identitarios que poseían como comunidad. Esta posibilidad, así como las grandes festividades asociadas a la apropiación pública de nuevos espacios, integraban al ciudadano común al proceso de construcción de la memoria de una manera bastante activa, que hasta hacía poco nunca había experimentado. Ejemplo ilustrativo de ello es el caso del monumento a Sucre, donde si bien fue la élite la que discutió y seleccionó cuidadosamente los rasgos del prócer que debían ser promovidos para ser plasmados iconográficamente en un medio que sea cohesivo con un discurso oficialista, la comunidad participó en una festividad masiva para generar un vínculo activo con este nuevo objeto de veneración y espacio público.es_ES
dc.format.extent40 h. : il.es_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherQuito: USFQ, 2016es_ES
dc.rightsopenAccesses_ES
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/ec/es_ES
dc.subjectVirtud Cristianaes_ES
dc.subjectRecursos Litúrgicoses_ES
dc.subjectHistoria Patriaes_ES
dc.subjectMonumento a Sucrees_ES
dc.subject.otherRELIGIÓNes_ES
dc.subject.otherCRISTIANISMOes_ES
dc.title“El patriotismo es virtud cristiana” el uso de recursos litúrgicos en la construcción de una historia patria; estudio del caso del monumento a Sucrees_ES
dc.typebachelorThesises_ES
Aparece en las colecciones: Tesis - Artes Liberales

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